mayo 10, 2013

CAMBIO CLIMÁTICO: CUENTA REGRESIVA


Esta semana diversas fuentes científicas anunciaron que la humanidad alcanzó el mayor hito de su historia civilizatoria: hemos aumentado la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera a un nivel que los procesos naturales de la Tierra no había producido  sino hace tres millones de años, época de grandes cambios vulcanológicos en el planeta.

Los monitores científicos instalados en el volcán Mauna Loa de Hawai han indicado que el gas ha llegado a una media diaria que supera las 400 partes por millón (ppm). Consituye un anuncio de gravedad de que los esfuerzos para controlar las emisiones provocadas por la actividad humana han fallado.

Ralph Keeling, que dirige el programas sobre emisiones de CO2 en el Scripps Institution of Oceanography de San Diego, ha dicho que un aumento continuado podría ser catastrófico. “Significa que estamos perdiendo rápidamente la posibilidad de mantener el clima por debajo del umbral que se creía tolerable”.  Los gases de efecto invernadero tienen un impacto nocivo para la temperatura global, pero también contribuyen al aumento de la temperatura oceánica –que afecta la cadena biológica marina- y la acidificación de los mares en la medida que la aceleración del ciclo del agua sobre los océanos crea precipitaciones con material particulado.

El efecto invernadero acelerado producido por la actividad humana desencadena una serie de eventos que se encuentran en espiral ascendente, entre ellos: las alteraciones del ciclo de lluvias en la cuenca amazónica con episodios irregulares extremos, cuyos ejemplos son los desbordes de los ríos Magdalena en Colombia en el 2011 y 2012 y del río Huallaga en la selva central peruana en verano del 2013 con graves perdidas para la agricultura regional. Se incluye también el incremento alarmante de plagas que afectan cultivos locales como la roya y la “vaina negra”  una afección producida por hongos que afecta al cacao. Los principales afectados por estas epidemias inducidas por el clima son los pequeños agricultores que pueden ver destruidas sus plantaciones en pocas semanas. El efecto mas grave es la alteración de la humedad relativa de los suelos y la producción de sequías recurrentes en áreas vulnerables  con impactos graves en la seguridad alimentaria. ¿Un referente histórico? Es probable que un fenómeno de sequìa prolongada haya sido la causa de la desaparición de la civilización maya en el siglo IX de nuestra era.


Se ha discutido mucho sobre las posibles alternativas para frenar el calentamiento por los gases de efecto invernadero. Una de las propuestas mas imaginativas, surgida desde la rama de la geoingeniería es una idea arriesgada: se trata de incorporar a la atmósfera terrestre miles de millones de toneladas de micropartículas de sulfatos que permitan crear una capa que oscurecerìa levemente el planeta creando un escudo ante la radiación solar y así bajando la temperatura. En una simulación en computadora efectuada por el científico Tom Wigley  el modelo funciona. Sin embargo, el experimento esta muy lejos de replicar exactamente el conjunto de elementos que sería transtornado por semejante artificio.

Magnates filantrópicos como Bill Gates ya han anunciado sin embargo su entusiasta apoyo a iniciativas en el uso de la geoingenierìa para afrontar el calentamiento. Sin embargo, solo constituyen paliativos al calor de la creatividad frenética de los centros tecnológicos que no comprenden la complejidad que reune la interdependencia entre los sistemas climàticos, los ecosistemas y la dinámica biológica.

Se trata de “soluciones” creadas por el mismo tipo de racionalidad lineal y reduccionista que ha preconizado que la industrialización y el consumismo es la ruta al bienestar.

¿Què tipo de desastre tendrá que afrontar la humanidad para cobrar conciencia de que las medidas para detener el desastre implica cambios en nuestros patrones de consumo y en la actitud con la que nos relacionamos con los ecosistemas?

La Tierra genera ese tipo de señales pero cuando lo hace se desencadenan eventos de sufrimiento a escala global. Como indicó Jared Diamond, autor del formidable ensayo “Colapso”: “la sociedad mundial en su conjunto discurre hoy por una senda no sostenible, y cualquiera de los doce problemas de no sostenibilidad (…) bastaria para limitar nuestra forma devida en los próximos decenios. Son como bombas de tiempo de relojería con detonantes de menos de cincuenta años”.

¿Cuál es la dimensiòn de la catastrofe que debemos tener frente a nuestros ojos para tomar acciones valientes?  Probablemente cuando ello ocurra serà ya demasiado tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario